Categoría: Volumen uno
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Capítulo Uno: Comienza La Pesadill
Un joven de aspecto frágil con piel pálida y ojeras estaba sentado en un banco oxidado frente a la comisaría. Estaba acunando una taza de café en sus manos, no del tipo sintético barato al que tenían acceso las ratas de los barrios de las afueras como él, sino del verdadero. Esta taza de café…